Violeta Ospina, Diana Salas y Andrea Sánchez
La Bibliografía En Inglés del Pueblo Escultor
La bibliografía en inglés sobre el Pueblo Escultor es casi inexistente; son escasas las publicaciones que se han hecho en esa lengua, tan importante en todos los campos de estudio e investigación. Esto ayuda a explicar el porque la historia y la arqueología de nuestro territorio continúan tan ignoradas y menospreciadas por el mundo en general.
Un repaso bibliográfico indica que la primera publicación en inglés aparece como una parodia inglesa en el año 1901, ya entrado el siglo XX, y toma la forma de una nota escueta de media página en una revista antropológica en Inglaterra. Se lee que la expedición del Museo Británico del año previo, después de saquear lo que pudo de los entierros en el valle de San Agustín, cargó todo su botín en un barco, el cual lamentablemente se hundió en el Río Patía. Todo el material recogido por los ingleses se perdió, con la excepción de una estatua en piedra, enviada por otra ruta y eventualmente trasladada al museo en Londres. La nota está firmada por O. M. Dalton; la escultura (OU2) aún está en manos del museo inglés.
En 1912 el alemán Karl Stöepel, al regresar de Colombia, publicó en Londres un discurso sobre las antigüedades de San Agustín presentado al Congreso de Americanistas en Inglaterra. La lectura de esta ponencia y las charlas sostenidas con su compatriota Konrad Preuss le guiaron a este último en la planificación de su aventura al Macizo Colombiano un año después.
Un repaso bibliográfico indica que la primera publicación en inglés aparece como una parodia inglesa en el año 1901, ya entrado el siglo XX, y toma la forma de una nota escueta de media página en una revista antropológica en Inglaterra. Se lee que la expedición del Museo Británico del año previo, después de saquear lo que pudo de los entierros en el valle de San Agustín, cargó todo su botín en un barco, el cual lamentablemente se hundió en el Río Patía. Todo el material recogido por los ingleses se perdió, con la excepción de una estatua en piedra, enviada por otra ruta y eventualmente trasladada al museo en Londres. La nota está firmada por O. M. Dalton; la escultura (OU2) aún está en manos del museo inglés.
En 1912 el alemán Karl Stöepel, al regresar de Colombia, publicó en Londres un discurso sobre las antigüedades de San Agustín presentado al Congreso de Americanistas en Inglaterra. La lectura de esta ponencia y las charlas sostenidas con su compatriota Konrad Preuss le guiaron a este último en la planificación de su aventura al Macizo Colombiano un año después.
En 1918 el ornitólogo Leo Miller, del American Museum of Natural History, publicó su libro In the Wilds of South America, que incluye la narrativa de su visita a los vestigios antiguos del valle de San Agustín. El primer texto más extenso en inglés sobre la arqueología del Pueblo Escultor salió en 1937, cuando el excéntrico alemán Hermann Walde-Waldegg, el traductor al español de la obra de Preuss, emite su Preliminary Report on the Expedition to San Agustín. Es tal vez el documento más curioso publicado sobre estos temas; incluye una visita al leprosario de Agua de Dios. Su artículo de Mayo 1940 en la revista National Geographic presentó la arqueología monumental del Macizo Colombiano a una audiencia mundial.
Eventualmente en 1972, con la publicación de San Agustín: A Culture of Colombia por Gerardo Reichel-Dolmatoff, salió en inglés una obra seria, fundamentada y comprensiva sobre el Pueblo Escultor. Es el primer libro en esa lengua destinado al público amplio y general, las notas y artículos previos (exceptuando el de la National Geographic) siendo publicaciones académicas de poca divulgación.
En el rastreo de las bibliografías publicadas del Pueblo Escultor, no había visto una mención del libro del ornitólogo Miller hasta que apareció en el libro del 2015 elaborado por los estudiantes de arqueología de la Universidad Nacional en colaboración con su profesor Virgilio Becerra. De esa forma se conoció una fuente en inglés original y muy temprana en la cronología de informes sobre este sorprendente pueblo de escultores.
El año pasado, sin embargo, encontré una referencia en inglés mucho más antigua que las previamente reportadas, un dato hasta ese momento olvidado y sin mención en la literatura bibliográfica. El descubrimiento se hizo posible por la lectura de una intrigante biografía de Agustín Codazzi, uno de los pioneros del estudio del Pueblo Escultor con su informe, basado en su visita del año 1851, sobre los vestigios arqueológicos en la zona de San Agustín. Este estudio seminal sobre la vida de Codazzi fue escrito en alemán en 1876 por Hermann Schumacher, en ese entonces el embajador de Alemania en Colombia. Escribió animado por la misión de rescatar las historias de tres grandes colombianos—Caldas, Mutis y Codazzi—para que no fueran olvidados por las generaciones venideras, especialmente en Europa.
El libro sobre Codazzi llegó a mis manos, y lo leí con cuidado, fascinado por la vida de este “forjador" de la patria quien tuvo tanta influencia en la historia de nuestro territorio. En las notas # 36 y 51(pp 308 y 342) me sorprendieron las referencias a un libro en inglés del año 1860, ya antiguo para Schumacher, escrito por un inglés llamado William Bollaert, que reportaba e ilustraba las estatuas del Pueblo Escultor. La obra de Codazzi, con las ilustraciones de las esculturas elaboradas por Manuel María Paz, solo se publicó en 1862 en el libro de Felipe Pérez, Jeografía Física i Política de los Estados Unidos de Colombia. Bollaert publicó sus comentarios, acompañados por dibujos de dos de las esculturas del Pueblo Escultor, dos años antes de que apareciera el libro de Pérez. Entonces, ¿Cómo se enteró el autor inglés de las antigüedades del Macizo Colombiano?
El año pasado, sin embargo, encontré una referencia en inglés mucho más antigua que las previamente reportadas, un dato hasta ese momento olvidado y sin mención en la literatura bibliográfica. El descubrimiento se hizo posible por la lectura de una intrigante biografía de Agustín Codazzi, uno de los pioneros del estudio del Pueblo Escultor con su informe, basado en su visita del año 1851, sobre los vestigios arqueológicos en la zona de San Agustín. Este estudio seminal sobre la vida de Codazzi fue escrito en alemán en 1876 por Hermann Schumacher, en ese entonces el embajador de Alemania en Colombia. Escribió animado por la misión de rescatar las historias de tres grandes colombianos—Caldas, Mutis y Codazzi—para que no fueran olvidados por las generaciones venideras, especialmente en Europa.
El libro sobre Codazzi llegó a mis manos, y lo leí con cuidado, fascinado por la vida de este “forjador" de la patria quien tuvo tanta influencia en la historia de nuestro territorio. En las notas # 36 y 51(pp 308 y 342) me sorprendieron las referencias a un libro en inglés del año 1860, ya antiguo para Schumacher, escrito por un inglés llamado William Bollaert, que reportaba e ilustraba las estatuas del Pueblo Escultor. La obra de Codazzi, con las ilustraciones de las esculturas elaboradas por Manuel María Paz, solo se publicó en 1862 en el libro de Felipe Pérez, Jeografía Física i Política de los Estados Unidos de Colombia. Bollaert publicó sus comentarios, acompañados por dibujos de dos de las esculturas del Pueblo Escultor, dos años antes de que apareciera el libro de Pérez. Entonces, ¿Cómo se enteró el autor inglés de las antigüedades del Macizo Colombiano?
La fuente fue quizás el libro de mayor influencia en la divulgación del conocimiento del Pueblo Escultor a nivel mundial: Antigüedades Peruanas, la obra del suizo Johann von Tschudi y el peruano Mariano de Rivera; este último había visitado la zona de San Agustín en 1822. Este celebrado libro, con dibujos altamente estilizados y casi alucinados de las estatuas de San Agustín, se publicó en Viena, Austria, en 1851, nueve años antes de la emisión de Antiquarian, Ethnological, and other Researches in New Granada, Equador, Peru and Chili por Bollaert, quien citó la obra austriaca. Pero el libro austriaco no ubica geográficamente las imágenes del Pueblo Escultor: sencillamente las incluye entre las “antigüedades peruanas” ilustradas en este tomo monumental.
Lo curioso es que los dibujos de las dos estatuas de San Agustín, ilustradas en el libro inglés bajo la etiqueta ‘Stone Figures from Timaná, New Granada’, no son copias exactas tomadas de von Tschudi y de Rivera, ni tampoco son las imágenes de Manuel Paz que acompañan el texto de Codazzi. ¿De dónde, entonces, las sacó William Bollaert, quien nunca estuvo personalmente en las tierras del Pueblo Escultor?
De hecho, al observarlos detenidamente se entiende que los dibujos del libro del inglés, elaborados en lineas sencillas pero con reducida calidad, se hicieron sobre la base de las imágenes alucinadas del libro austriaco de von Tschudi y de Rivera, que había aparecido con gran acogida casi una década previa. El autor inglés los incluyó en su estudio, reproducidos a su manera, dentro del texto sobre los ‘Muisca’, aunque al final decide que las estatuas son obras de un pueblo distinto y más antiguo que esa cultura de la sábana cundiboyacense.
Lo curioso es que los dibujos de las dos estatuas de San Agustín, ilustradas en el libro inglés bajo la etiqueta ‘Stone Figures from Timaná, New Granada’, no son copias exactas tomadas de von Tschudi y de Rivera, ni tampoco son las imágenes de Manuel Paz que acompañan el texto de Codazzi. ¿De dónde, entonces, las sacó William Bollaert, quien nunca estuvo personalmente en las tierras del Pueblo Escultor?
De hecho, al observarlos detenidamente se entiende que los dibujos del libro del inglés, elaborados en lineas sencillas pero con reducida calidad, se hicieron sobre la base de las imágenes alucinadas del libro austriaco de von Tschudi y de Rivera, que había aparecido con gran acogida casi una década previa. El autor inglés los incluyó en su estudio, reproducidos a su manera, dentro del texto sobre los ‘Muisca’, aunque al final decide que las estatuas son obras de un pueblo distinto y más antiguo que esa cultura de la sábana cundiboyacense.
Lo que sobresale es que el libro del año 1860 por William Bollaert significa la primera mención conocida de la escultura del Macizo Colombiano en inglés, y al parecer también la primera publicación en cualquier lengua que ilustra y ubica las imágenes del Pueblo Escultor.
Por David Dellenback
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